
fuente de la fotografía: http://samueluribepei.files.wordpress.com
A Roberto Cantele
La provincia del poema es el mundo.
William C. Williams
La madre espera en la esquina de un libro,
con la cuenta bancaria del dolor
en los niveles más altos de rentabilidad,
dando pasos hacia la confianza de un mundo abstracto,
sin saber que los mares se han salido de sus órbitas saladas
y se han tsunaminizado en una explosión barbárica
que inunda todo vestigio de gravidez.
Tal vez no debiera respirar tanto el tejido del minutero,
ese sudor subterráneo de mi humedad huérfana,
sin educación y con olor a amenaza,
que se aferra a mi pecho de siglos, arrastrando
la placenta reventada del poema,
a borbotones, y en noches numerosas.
En mis delirios el padre me persigue
con la espalda muy recta, y cientos de abuelos
con los dientes de levadura
alzan sus manos repletas de paréntesis
para lanzar sobre mí
una lluvia de serpentinas de resentimiento,
pedazos de memoria y abrazos con silenciador.
Mi mente visita un club de bailarinas
con corcheas en los ojos y escupitajos en la piel,
que mueven la cintura para sobrevivir
al llanto del saxofón,
son anécdotas de estertores anónimos,
el resumen de tantas vidas
de humo agrio, blanco sobre negro
atravesando la sesera
hasta un lugar oculto del apego,
donde arden páginas de mermelada de azufre.
7 comentaris:
Quizás ese lugar oculto sea el asedio donde morimos y resucitamos miles de veces recuperándonos de la amarga resaca de la realidad.
Besos
Me meto en otro mundo cuando te leo.
Un mundo lleno de imagenes, de olores...
Muy bueno el poema.
Abrazos.
¡Felicidades, felicidades,felicidades!
Me encanta, te lo mereces.
Achuchones.
La mermelada de azufre es tu especialidad, y la conviertes en el maná más dulce que se pueda imaginar.
Una cançó per a tu.
Qué pasadizos más anchos por los que me haces pasar, qué aroma el de ese pan en verso que masco cuando te leo, qué silencioso aquel otoño.
Cuando todo acabe
mi recuerdo
será una
dictadura.
Muicks!
En los interiores permanecen las vivencias.
Un abrazo Marian
María
Es cierto, cuánta vida puede habitar en un poema que nace en los posos de la memoria, justo "donde arden páginas de mermelada de azufre", cuánta.
Un abrazo.
Antonio
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