dimarts, 16 de desembre del 2008

LA PALABRA ACCIDENTADA EN MIS PEZONES



A ver si alguien me despierta,
desnuda de rutinas y alfabetos,
como en un ritual de otoño manso,
sílabas secas, y el lamento de algún libro
que no cree en el sentido de la culpa,
pero llora bajo mis ingles todo el polvo de sus años.

La palabra se accidenta en mis pezones,
y me procura la belleza
a cambio de primeros auxilios,
un boca a boca sobre los vertederos,
a puntadas, en la herida del papel,
para poder reseguir el silencio de los peces
con la mirada oblicua, salvaje,
donde la resistencia vital que asume un rostro,
se licua escondida entre las piedras,
las más listas, las de lujo,
las que sospechan de mi peso sobre el charco.

No quiero otra noche de tortura,
repleta de siseos de látex,
donde la soledad se cría en invernaderos.
Sólo este aroma a océano áspero,
con su falo clavado en mi boca, como úlcera
permanente de la frase que repta, se alarga,
llueve por la espina dorsal de la pesadilla,
y así, de esta manera, me nombra.

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Poema inserido en Biblioteca Digital del Siglo XXI

13 comentaris:

Marisa Peña ha dit...

Me gusta mucho tu poesía Marian,la fuerzaque transmite tu palabra. Un placer leerte. Un abrazo

Anònim ha dit...

"llueve por la espina dorsal de la pesadilla" m'has deixat fet pols.
Muac!

Luisa Arellano ha dit...

¿y de qué no nos curará la palabra, Marian? ella nos transorma y nos realiza, y así somos y estamos.

Un beso, maga.

MarianGardi ha dit...

Marian, esta poesia es genial.
Me gusta desde el principio hasta el final, a ver si alguien me desnuda vestida de rutinas y alfabetos, la palabra se accidenta en mis pezones. Y en tu cabeza se agiganta, no tienes desperdicio Marian. Eres grande!!
Un abrazo

Angeles Fernangómez ha dit...

Bien, Marian, rotundo. Tú eres ¡Marian! Por eso, he leído un par de versos y me he dicho: ¡no!, esto requiere un ritual: he acomodado mi postura en el sillón, he limpiado mis ojos y he cogido la barbilla entre las manos. Entonces y sólo entonces ¡he seguido leyendo! y... como siempre ¡Marian! Me deja esas contraposiciones perfectas y esos versos impactantes, como;
"...se licua escondida entre las piedras,
las más listas, las de lujo,
las que sospechan de mi peso sobre el charco..."
¿Qué más puedo pedir a la noche?
Besotes

Marian Raméntol ha dit...

Muchas gracias Marisa, la fuerza se la dan tus ojos, gracias por cuidar de mis poemas.

Un beso y felices fiestas

Marian.

Marian Raméntol ha dit...

Jejeje. Petonarros, tots!

M

Marian Raméntol ha dit...

Razón Llevas Luisa.

Un besazo inimaginable

Marian

Marian Raméntol ha dit...

Un saludo Jfmarcelo! y felices fiestas.
M.

Marian Raméntol ha dit...

Gracias Marian, siempre he dicho que no se trata de mi, sois vosotros los verdaderos protagonistas.

Un beso
M.

Marian Raméntol ha dit...

Mi querida Angeles... yo también preparo rituales antes de iniciar mi viaje poético diario... sólo así la poesía se queda con y en nosotros.

Un abracísmo, guapa.
M.

Emilio Ariza ha dit...

Quizás alguien nos despierte, para en unas horas después, caer de nuevo en la pesadilla de la rutina o quizás prefiramos seguir soñando creyendo que alguien nos librara de la sinrazón de los días. Se sale el poema , saludos

Marian Raméntol ha dit...

GRacias miles Emilio, me encanta que te pasees por aquí.

Un abrazo
MArian