divendres, 12 de setembre del 2008

LA ÚNICA BOMBILLA EN LOS SÓTANOS DE LA MENTE



Cuando la noche es la única bombilla
en los sótanos de la mente, cuando el frío se hace largo
y el exilio de unos ojos se encharca en los bordillos,
como andamios en clave de sol
desafiando la borrachera del pentagrama,
justo entonces,
puedo oler la fiebre entre dos pechos
que causa la lágrima,
mientras lame el accidente sobre el labio,
y desaparezco antes de poner en la maleta
la mueca desollada de madres inéditas
con sus delantales negros,
y su firme negativa a lidiar soles pintados.

Es en ese momento cuando el fusil mira arriba
y descubre al hijo, plenamente convencido,
universitario de lunas y mangas arremangadas
sobre el codo de la inocencia,
gloriosamente muerto, sobre un charco.

6 comentaris:

Anònim ha dit...

Curiosísimo poema, muy especial.
Una retroexcabadora de versos que te arrastran a la cuneta.
Genial!

Giovanni-Collazos ha dit...

Uff! las imagenes que proyecta el poema son potentes...

Me gustó el poema. Y el blog también. Interesante.

Si me permites, te pongo entre mis blogs favoritos, para pasarme cada vez que pueda.

Un saludo poeta.

Gio.

Sarco Lange ha dit...

Madre noche, suave carnaval, extranjera maravillosa de esos apacibles delantales. Dictadura de noche arriba del hijo tránsfugo que te ata las manos pero que sólo lo hace porque se te ama, porque esa luz de intestinos monacales no se pierda en la noche de todas las noches.
Bendiciones para ti, Primavera en Fa.

Marian Raméntol ha dit...

Como siempre, tu incondicionalidad salva la voz de mis poemas, gracias infinitas desde todas las cunetas.

Muicks!
Marian

Marian Raméntol ha dit...

Gio, encantada de formar parte de tus lecturas, es un honor para mi.

Un abrazo fuerte
Marian

Me paso en cuanto pueda por tu espacio.

Marian Raméntol ha dit...

Mi Duende, hace tanto que eres imprescindible que mis venas se abren en canal siempre para recibirte.

Mil besos en Fa.