dilluns, 25 d’agost del 2008

COMO NIÑOS YA EN RUINAS, NOS NEGAMOS



La salvación es un negocio urgente,
como lo son los cuerpos sin dramas
rellenos de púas de erizo, bozales,
orquídeas de azabache, excesos.
Pasean por la fosa común de la inocencia
con las narices retraídas, los contornos aislados
y mares de alcanfor en los bolsillos,
como enormes tanques de nostalgia.

Gritan desde los escaparates,
nos lanzan sus ojos unisex y chillan las azafatas,
las enfermeras, los cocodrilos y los peluches.
Todos se sujetan el abdomen para no delatar el miedo,
para mantener sin mácula la cerámica del llanto,
y poder darnos así las palabras que nos faltan.

Y nosotros, como niños ya en ruinas,
sencillamente, nos negamos.


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Poema perteneciente al poemario No hubo apenas mar en el desnudo abierto de tus ojos, galardonado con el primer premio en el VIII certamen de poesía Leonor de Córdoba. Edita Asociación Cultural Andrómina.

5 comentaris:

Sarco Lange ha dit...

Violenta pesadilla gótica, extrema salvación de una esperanza mal herida. Hay pomeas para leer de días, y otros para leerlos de noche, ojalá con siete radios encendidas.
Un beso y un abrzao.

Anònim ha dit...

Tu fosa inocente, no tiene nada de común. Es sublime y excepcional.
Un petó!

Cesc

Anònim ha dit...

... y negocio del último suspiro.

Me encanta!

Cesc

Marian Raméntol ha dit...

Mi querido Duende, hay cajón para los poemas muertos y otro para el alma en coma... así ha sido siempre...

Mil besos en Fa.

Marian Raméntol ha dit...

Son tus ojos, bitxet, lo que le dan excepcionalidad y brillo a mis fosas, mis cunetas, mis sueños que sufren de insomnio, mis... todo.

Mil besos especiales.

Marian