La amapola está perdiendo peso,
no le importa que nieven pájaros sin ojos,
ni que los sueños se arrodillen.
Navega lenguas de alfiler y subasta soles,
cuando por el vientre de la roca
ve la sangre de la hiedra,
como última broma celeste.
La amapola no practica el sexo
se ha vuelto adicta a los quirófanos,
ahora respira estéril, pero tranquila,
todos los demás errores genéticos.
La amapola se lava la cara,
evitando que las olas le muerdan las caderas
y se pregunta
por qué la luna no es de acero inoxidable,
no le importa que nieven pájaros sin ojos,
ni que los sueños se arrodillen.
Navega lenguas de alfiler y subasta soles,
cuando por el vientre de la roca
ve la sangre de la hiedra,
como última broma celeste.
La amapola no practica el sexo
se ha vuelto adicta a los quirófanos,
ahora respira estéril, pero tranquila,
todos los demás errores genéticos.
La amapola se lava la cara,
evitando que las olas le muerdan las caderas
y se pregunta
por qué la luna no es de acero inoxidable,
y los alcatraces, muñecos de papel articulado.
1 comentari:
Las amapolas se lavan la cara con esa misma agua que mana sagrada desde tu brazo inmaterial y que al correr por tu cuerpo interestelar se transforma en un mar enloquecido que atrae santos y piratas.
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