El último poemario de M. Raméntol ya disponible en formato de libre descarga.
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LA ESTATURA COLOSAL DEL CRIMEN DE UN POEMA TUERTO
Estos son tiempos extraños,
llueve arroz en el solsticio de mis caderas,
con los ojos tan dormidos a estas horas
que no acaban de acostumbrarse a ahorcar los sueños
ni a desaparecer
en lo imposible de una transparencia acuática.
Hay cortinas de tiempo en los pasillos
y escaso oxígeno en las costillas del sepulturero
que no olvida a nuestros antepasados
disolviendo en té
la condena de haber estado vivos.
Pero yo tengo preparado un verbo inútil
que ha desertado ya de todos los padrenuestros,
y espera escondido entre mis líneas apilables,
para pasar de puntillas por las nalgas satisfechas
de este ciclón desnudo, que será quien finalmente,
autografíe la estatura colosal del crimen
de este poema tuerto.
Los cadáveres han empezado a cantar
y el invierno ha envejecido demasiado,
llegará el día en que nada evitará que te asesine
y cave una fosa donde poner a dormir
la piel de tus caballos de miles de cabezas.
Poema perteneciente al poemario "No hubo apenas mar en el desnudo de tus ojos" galardonado con el VIII Premio de poesía Leonor de Córdoba en 2009
Este mundo en cueros no tiene sombra,
el vacío parado
sobre el dolor de sus deformidades
parece una antorcha ciega,
mortal y pesada
como la luz cuando muere.
Oscurezcamos las esquinas del aire,
cavemos hondas lunas de aceite y tierra estéril,
que los pájaros expriman cada gota de nube
y se derramen, traspasados,
abiertos sobre el golpe,
amanecidos de colores cóncavos.
Hagamos inclemente
el duelo amargo
entre el borrador del mar y el óleo de los peces.
Que la sangre
me devuelva una mirada
indivisible de la ceniza de mi cuerpo,
ruidosa como un parto, inmortal,
semejante a la anchura de la noche,
para que pueda nombrar
las vértebras de un mundo vestido de milagros,
un mundo de borrascas, confidencias
y demás humanidades.
Del poemario El infierno a tan solo diez mil metros de altura, en construcción.
NOTA: No adjunto fotografía ninguna habida cuenta de las quejas recibidas sobre el uso indebido de imágenes (obtenidas de internet y libres dederechos, en principio, puesto que no decían lo contrario) ilustrando mis poemas. Para no establecer polémicas, y dado que soy tremendamente respetuosa con el trabajo de todo artista, me abstendré a partir de ahora, de difundir obra ninguna que no me pertenezca.
Si algún artista desea prestarme su obra para acompañar al poema en cuestión, estaré encantada, a lo mejor me planteo hasta la publicación final conjunta de la obra resultante.
******************************************************************************************"Cuando una lápida es un lecho y el hecho es cereal y sombra.
Cuando un por qué es un dónde y un cuervo y un suspiro.
Cuando vivir es caminar preguntando a las camareras la dirección del olvido,
en un pueblo castellano cerca de un número primo
o en un suramérica dentro de un mapa, dentro de un celular, dentro de la barra de un bar,
dentro de, dentro, no sé si me explico.
Y la muerte es amor, y tu (por mí) un partenón, seco, viejo, con los dioses perdidos."
Marina Bychkova – Arte de Porcelana |
Foto: M. Raméntol |
Marina. Olas del Pacífico. Autor: Karen Quiñones Escobar (Chile) |