dilluns, 27 de juny del 2011

LOS EPACIOS EN BLANCO SON BALAS ADIESTRADAS EN HERIRNOS MORTALMENTE LAS PUPILAS.



Imagen: Estallido de la vena lingual. Propiedad de M. Raméntol


Anémonas salvajes se entrometen vía mail
a la caza de la más monumental de las emociones,
que asoma su nariz
desde las bandejas de entrada
escrupulosamente serias.

El mundo se traga episodios de planetas vivos
en un cosmos flatulento de estrellas
donde la razón le da puntapiés al raciocinio,
y el tic-tac que nos contamina el cerebro
espera abandonar sus alucinaciones
envuelto en la sangre de lunas llenas.

Hay poemas que despiertan
reconociéndose por su sal y su oxígeno.
La tierra que les ve nacer
fornica a diario con paraísos homicidas
donde los nacimientos se lloran caros.

Hay otros, en cambio,
que no huelen, no exudan,
no tienen piel ni pasaporte,
pero cuando nos enseñan su tarjeta de visita,
los espacios en blanco son balas adiestradas
en herirnos mortalmente las pupilas.

No hay éxtasis donde esconder
la torpeza de la lengua
ni orgasmo que bautice
las arterias del naufragio.

La poesía muere.

Muere por falta de calcio en los huesos,
por exceso de luz amarilla, muere
empachada de violines y princesas,
fenece
poniendo la yema de los dedos,
-aún con olor a sexo-
en el enchufe desprotegido del corazón.


Marian Raméntol

6 comentaris:

Sarco Lange ha dit...

Tal vez otra poesía muere, pero la tuya es pura vida, y seguirá siendo vida hasta que la muerte se baje los pantalones.

Hermana, quedó precioso tu blog, muy elegante, de verdad muy bonito.

Sigo atento a tus versos, sigo abierto a ellos.

Te adoro.

MiLaGroS ha dit...

Eres fantástica Marian. Siempre me dejas muda. Abrazos poeta.

José Antonio Fernández ha dit...

LAs imágenes descolocan. Lo leo y releo y me quedo con el verso final, que electrocuta.
Un abrazo fuerte Marian.

TrasTera ha dit...

Menos mal que permanece en ti, se reconocen aún cuando pretenden la ocultación. Mira que toda la vida advirtiéndonos de los enchufes y... ahí vamos nosotros como un imán. Me ha encantado Marian.

Jorge ha dit...

Espacios blancos son las balas adiestradas en herirnos liricamente las pupilas, incitarnos
al asalto, el abordaje, al salto
sobre ese vacio que se abre en medio de la incubacion y el pacto del verso,
y la poesia renace en el calcio
que llevas untado en los dedos,
en el amarillo excesivo de la luz
que en tus ojos cambia a azules
y rosados supremos...
Como siempre tus metaforas increibles, atizando la emocion en
cada verso.
Un beso y un gran abrazo
Jorge
siempre recordandoos

Unknown ha dit...

Cómo me cuestan a mí los poemas "largos"... y cómo me gustan las excepciones :-)
Esos besos.