Imagen extraida de Elitus.com
No existe margen, ni borde de papel
suficientemente puerto, orilla o pañuelo,
ni redes de luz con las que pescar los murmullos
de los sueños, aquellos que algunas veces,
nos desnudan silencios al oído.
Lo sé desde hace mucho, desde que descubrí
que hasta la rosa está reglada, y no conviene
contradecir el orgullo de su arteria dormida.
Qué nos queda,
pobres manos exiliadas, qué nos queda.
Si bajo a despertaros desde mi mundo cobarde
no habrá perdón para la libertad del frío
o la calle que guardé en el cajón de mis deserciones.
Lo sé desde hace un trago, o dos, o tantos,
que nada puedo ofreceros
más que los nombres que me caben bajo las uñas
el latido entre mis dedos, un mar de lunas de hojalata,
y un ovillo de quejas infinitas.
Marian Raméntol
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Poema incluido en la antología Arde en tus manos, editada por la Asociación Cultural Myrtos Gramma Al manar como selección de los poemas galardonados en la convocatoria Myrtos de poesía 2009.
15 comentaris:
Felicidades por el poema publicado en la antología.
Me gustó ese latido entre los dedos que deja escribir, por ejemplo, un poema.
Muchos besos
Mónica
Los dedos son entonces el corazón o motor del escritor y palpitan al ritmo de sus palabras.
Leerte siempre es un buen negocio.
Un abrazote
Álvaro
Es sobre todo la rosa la que está reglada: tanto que, a veces, se nos olvida mirarla. Una rosa es una rosa.
Besos.
Exilios, deserciones... Sin embargo tu poesía está presente, se cuela entre esos dedos, fluye y retorna a la única patria posible, esa que puede asirse con las manos, aunque sea al borde del papel... o del abismo. ¡Magnífico poema!
Besos.
Singular y bella forma de ahondar en las entrañas donde regurgita la vida.
Nos queda tiempo Marian y nos queda la poesía que siempre nos dará un Ícaro de sueños.
Besos.
Los sueños nos desnudan y se van con nuestros recuerdos, suerte que tus dedos palpitan como redes para rescatarlos y hacer versos con sus efigies.
Lo que siempre queda es la lucha.
...
Para sublime lo que por aquí se lee. Siempre.
Un ovillo de gracias infinitas por tu visita, y sobre todo por compartir tu obra.
Nos queda la poesía para poder engañar trago tras trago a nuestros intentos de suicidio. Abrazos infinitos
Son tantas y tantas las cosas
que quedan en tus manos;
nombres de gigantes
bajo tus unas,
latidos de astros
entre tus dedos,
oceanos de lunas
de oro y plata planetarios,
todas las quejas que tengas
que conviertes en constelaciones
de belleza cuando llegan
a esas manos tuyas
que tanto necesitamos y queremos
Un gran beso y un gran abrazo
Jorge
Exiliadas o no,
las manos retornarán
en ese latido
colmado de poesía.
Un beso
Nos queda un soniquete
un paso meridiano
y un nosotros mismos.
Un corazón navega en el relente.
No pierdas la deriva
que en ti nace y en ti muere.
El murmullo de mis sueños tiene nombre
un nombre colgado al corazón
como si fuera una campana
y al oírlo en voz alta
truena en mi valle su metal ...
Muy hermoso, pero puedes ofrecernos mucho más de los nombres que te quepan bajos las uñas, este poema es una prueba.
Enhorabena por tu publicación y suerte, te la mereces.
Saludos.
Un mundo escesivamente cobarde....
Saludos y un abrazo enorme.
Hola Marian felictarte por tus poemas , aunque no soy muy entendido me emocionan..y creo que eso vale..
Me gustaria poner alguno de tus poemas en mi blog, bajo algun cuadro que mio, si te parece ?
Un abarzo
Andres
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