dilluns, 11 de gener del 2010

LA ÚLTIMA SOMBRA SIN ALIENTO ENREDADA EN MI MEJILLA.



Imagen realizada por el fotógrafo Jaume Ribalta (Monistrol de Montserrat- Junio 2008) y modificada por Marián Raméntol.


Sigues llena de julio, con el mar
caminando hacia el aire roto, con los puños
abiertos sobre la tibieza horizontalmente húmeda
que te imagina una y otra vez.

La última sombra sin aliento
enredada en mi mejilla, manchada de frío,
llega a mí como pedazos humeantes de tu nombre,
con un beso de perfil sobre mis manos
que copian tu luz sobre la arena.

Derramada, llovida y con todo el cuerpo en marcha
sigues con los días dentro, más allá de las horas,
con el aroma de madre intacto.

Me quedo quieta en el poema,
en este campo de batalla donde quien puede muere
y quien no, se alía con los cadáveres
pronunciando tu sangre, como una larga procesión
de ceniza sobre el agua.


Marian Raméntol.

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Poema Publicado en Arte poética. Antología Universal. Rostros y versos. Espacio dirigido y coordinado por André Cruchaga. Diciembre 2009.

11 comentaris:

Amando Carabias ha dit...

El mar es el poema más hermoso, para que sus versos te mezan y te canten y te susurren esas palabras que sólo tú encuentras como tesoros

Meri Pas Blanquer ha dit...

Estás impregnada y nos llenas a todos con su sangre...

Precioso.

perfecto herrera ramos ha dit...

Que hermosura de poema. Que talento. Que gran poeta. Me alucinas por un tubo, como dice mi hijo.
Que campos de batalla nos promueves "pronunciando tu sangre".

Un beso.

Albert Lázaro-Tinaut ha dit...

Marian, siempre con capacidad de sorprendernos, siempre tan personalmente tierna cuando evoca el recuerdo y siempre tan bella (y no sólo en las fotos, también en eso que llaman alma).

Paloma Corrales ha dit...

Marian es soberbio y delicado.

Un vez más, aún a riesgo de repetirme: mi admiración.

Un beso.

Mamen Alegre ha dit...

Toda la sensibilidad y todo el amor. Ese beso de perfil, y esa luz sobre la arena pueden, son consuelos válidos, pero el aroma de madre intacto siempre irá con todos nosotros hasta que no sepamos que somos.
Quédate quieta y sueña.

Especialmente bello Marian.

Mi cariño sincero.


Mamen.

© José A. Socorro-Noray ha dit...

Otro magnífico y bellísimo poema con una última estrofa excepcional.

Gracias por este derroche de sensibilidad y poesía.


Un beso

Laura Gómez Recas ha dit...

"...me quedo quieta sobre el poema..."
Estrofa magistral, Marian.
Un abrazo,
Laura

Isabel Huete ha dit...

Estás estupendissssma en esa foto! No podías por menos que acompañarla de esas hondas palabras que me saben a salitre y a espuma.
Un beso grandote.

Anònim ha dit...

Es la procesión de ceniza, la que sobre el agua se mece como el aliento evadido de los muertos.
Siempre hemos sido cniza, verdad?

Emilio Ariza ha dit...

Me quedo quieta en el poema,
en este campo de batalla donde quien puede muere
y quien no, se alía con los cadáveres
pronunciando tu sangre, como una larga procesión
de ceniza sobre el agua.

Cojonudo,me quedo quieto ante la belleza de tus palabras. Besotes