divendres, 5 de juny del 2009
EN LOS LABIOS LIMPIOS DE MI DESIERTO
No me convence el discurso de la fotografía
que te imagina todavía en la alacena, con tu verdad
indolora en sobrecitos de colores, mientras calientas
la leche y dibujas de memoria la boca de tus hijos,
porque allí quedó encogida toda la ausencia
pasando el aspirador sobre los días.
No puedo comprarme unos ojos de madre,
unas manos expertas en trenzar los descuidos,
pero puedo reinventarte en la cocina de mi pecho,
la cocción de la risa en amarillo secando el llanto
del sol en la tarde, las olas de tus ojos
como un naufragio degenerado
en la geografía de ese potaje
que nos enseñó a restar garbanzos
y a sumar tus besos,
también en las uñas del otoño que no se ha ido
o en los labios limpios de mi desierto.
Puedo imaginarte más madre que nunca
con azucarillos colgando de las orejas,
los brazos de agua tímida y ese olor a frío escondido,
un nuevo caldo para ese invierno que es mi cúpula,
un atlas para la paz de mi último minuto.
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Poema incluido en el portal La Parada Poética. Febrero 2011.
Etiquetes de comentaris:
Castellano,
Poesía
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20 comentaris:
Precioso homenaje a las madres. Muy tierno.
Salu2
genial Marian...
besos volados
Paso a saludarte. En cuanto al comentario, es el habitual, y generalizado. El día que bajes el listón, entonces supongo que tendré algo que decir.
Un saludo.
No puedo comprarme unos ojos de madre,
unas manos expertas en trenzar los descuidos,
pero puedo reinventarte en la cocina de mi pecho,
la cocción de la risa en amarillo secando el llanto
del sol en la tarde, las olas de tus ojos
como un naufragio degenerado
en la geografía de ese potaje
que nos enseñó a restar garbanzos
y a sumar tus besos,
también en las uñas del otoño que no se ha ido
o en los labios limpios de mi desierto.
No creo que sean un desierto, si no más bien, un dulce huracán de versos.
Abrazotes
Con tus versos lo cotidiano se hace mágico y en la magia de tus imágines le devuelve su verdadera dimensión trascendente.
Magistral, una vez más.
Un abrazo
Marian, me ha gustado mucho; Es más dulce, aparentemente que lo que sueles escribir; pero sólo tu sabes lo que duele dentro.
Besos dulces para tí.
Yo no quiero el recuerdo de mi madre -murió en noviembre- haciéndome desierto, y hurgando a escondidas en mis cajones. Me quedo con la madre de agua y de ojos de verdad. Nunca me hizo -ni hizo- una trenza. Pero restó muchísimos grabanzos.
Me guardo muy hondo estos versos.
Un beso.
Soledad.
Precioso Marian. Es de los más bonitos que te he leído. Como siempre te sales, gran poeta. Un abrazo. milagros
"Puedo imaginarte más madre que nunca
con azucarillos colgando de las orejas,"
Que imagen más radiante.
Más brutalmente amena.
Saludos y un beso!
me hizo falta siempre. desde la pulsión nº cero. heme aquí, entonces, ante tu poema, con toda la lágrima irredenta.
besos, marian. abrazos, marian, desde la ternura.
Huellas que están ahí para dar lugar a un poema que duele o que me duele ... debo decir?; me ha fascinado.
Un abrazo fuerte Marian.
María
Una vez más impresionante.
Una vez más, y otra, y otra.....
Abrazo.
Visito tu blog y te felicito por él y tu poesía.
Te invito a pasarte si es tu gusto por el mío.
Mi último libro de poemas publicado en ediciones Vitruvio LAS CUARTILLAS DE UN NÁUFRAGO
Un beso
Creo que toda mujer tiene en su madre una especie de icono, o quizá un algo de miedo a no poder alcanzarla jamás. Tal vez sea más bien una fijación mía, pero me he reconocido en tus versos.
Un abrazo fuerte!!
¡Qué hermosura! Se percibe que surge de la parte más tierna de tus entrañas. Me he imaginado a mi madre con azucarillos colgando de sus orejas y me he reído con mucha dulzurqa.
Besotes, corazona.
Hermoso poema, Marian.
Te dejo un abrazo grande
Ana
como billy...es imposible decir más...salud hermana !
Tú eres el nuevo caldo para mi invierno, mi sopa caliente.
Muac!
Lindo hasta el alma, qué palabra fuerte la tuya Marian, qué modo de pisar sobre el mundo...
Besos
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