dimarts, 16 de desembre del 2008

Entrevista en la revista ATANOR


Entrevista a MARIAN RAMENTOL SERRATOSA

Texto seleccionado por: Nieves Álvarez Martín
el 30 -09- 2005

Puede que su vena poética tenga que ver con su pariente, el magnífico poeta Josep Vicenç Foix. Leyó las aventuras de “los cinco” (yo también, Marian, yo también) pero no digiere los textos de Camilo José Cela y piensa que los poemas “no dejan de ser voces, voces clamando y gritando, y yo creo que tienen también su espacio y su peso específico en el ahora y en el futuro” y es una mujer abierta y enigmática. Leer esta entrevista y sabréis por qué.

Nieves Álvarez - Redacción
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1.- ¿Quién encontró a quién, la poesía a ti o tú a la poesía?
¿Cuáles son tus primeros recuerdos poéticos?
Bueno, en realidad, y si es cierto eso de la herencia genética, podría decirse que la poesía, de algún modo, bien podría haberme sido “trasmitida”, ya que el primo hermano de mi abuela paterna fue un reconocido poeta catalán, (J.V. Foix), y vete tú a saber si alguna combinación extraña en la cadena del ADN influyó en esta tendencia mía a apuntar, oler, sentir y absorber cuanto me rodea para intentar “versarlo” después.

No obstante, mis primeras incursiones en el mundo poético nacerán en plena adolescencia, cuando el corazón empieza a buscar un lenguaje propio para encontrarse. Por aquel entonces, el invitado de honor en mis escritos era, cómo no, el amor-desamor, como la mayoría de adolescentes, imagino. Pero curiosamente, mi primer “impacto” poético vendrá de la mano de la muerte. El fallecimiento de mi abuela materna, (persona de gran importancia en mi vida) significó un antes y un después, y puedo asegurar que es el único poema mío que sería capaz de recitar de memoria.

2.- ¿A qué autores has leído?
Imagino que ahora vais a sorprenderos, que yo recuerde he leído desde bien jovencita; ya las aventuras de “Los Cinco” (¿alguien los recuerda?) me acompañaron a lo largo de mi niñez. Es curioso, pero cuando era pequeña y todavía no había aprendido a leer, uno de mis juegos preferidos era sentarme en el sofá del comedor, con un libro abierto en las manos, y hacer ver que leía en voz alta, con la ingenua intención de engañar a mi abuela (sí, sí, ya lo sé, otra vez ella), que con sonrisa socarrona, hacía ver que estaba absolutamente anonadada con mis dotes de lectora. Por supuesto me inventaba de pies a cabeza cientos de historias, ya que no sabía interpretar todavía los pentagramas de letras y más letras que tenía ante mí. Los libros siempre me han acompañado, pero curiosamente, mi tendencia siempre me ha llevado hacia el mundo de la novela. Paradojas de la vida, ¡una devoradora de novela que escribe poesía! Pues sí, así es. Hace muy poco que he empezado a llenar mi biblioteca con poemarios, ahora están por todas partes, en la cabecera de la cama, sobre la mesa, y ¡hasta en el lavabo! Pero de eso hará tan sólo dos años. Así que me queda todavía un mundo entero por leer.

Aclarado esto, os diré que en mi mesita de noche, me acompañan actualmente Claudio Rodríguez, Juan Ramón Jiménez, Jorge Urrutia, Luis Cernuda, Joan Salvat-Papasseit, Gil de Biedma, Alejandra Pizarnik y Rainier María Rilke, entre otros. Y en el bolso, apretujado como puedo, llevo a Vicente Huidobro, que tiene la amabilidad de acompañarme en mis trayectos en autobús (si el pobre se viera entre tanta llave, monedero, pinturas y demás enseres femeninos, me maldeciría, fijo!)

3.- Cita tres poetas que debería leer si quiero ser poeta
Bueno, hay realmente mucho por leer, y a cuantos más podamos llegar, muchísimo mejor, pero voy a citar a dos. Teniendo en cuenta mi tendencia algo barroca entenderéis que Góngora y Quevedo me provoquen chiribitas en los ojos! Su maestría para con las hipérboles y el oscurantismo del léxico me apasionan.

4.- Dime un libro que mejor ni abrirlo, ahórramelo.
Ahora viene cuando me juego el físico. Veamos, ante todo pido perdón por si hiero alguna sensibilidad, ya que lo que voy a decir puede parecer a más de uno una verdadera salvajada y probablemente lo sea a tenor de la celebridad del Premio Nobel (entre otras muchas cosas) en cuestión, pero… con todos mis respetos, no puedo digerir a Don Camilo José Cela. Lo intenté, lo prometo, y en más de una ocasión, pero el único libro que pude acabar fue La Colmena, y lamento decir que no he sido capaz de pasar de la segunda página de Madera de Boj. Ojo, no pongo en duda en absoluto la calidad literaria de Don Camilo, (pobre de mí, nada más lejos de mi intención), el problema es, sencillamente, que a mí se me indigesta (ayayay… que ya siento en mi cabeza los bastonazoooos). Mil disculpas, pero es mi opinión la que me habéis pedido.

5.- El siglo XXI es la revolución de la imagen ¿Qué futuro tiene la poesía como género en esta realidad ?

Yo diría que el siglo XXI es la revolución de la Comunicación, donde todo modo de expresión tiene su lugar como forma de lenguaje. La poesía es un lenguaje particular, donde el raciocinio espera en una esquina, alerta y vigilante, mientras la magia y el poder del Verbo se magnifica, por lo tanto, como herramienta comunicativa, tiene tanto poder como la imagen misma.

6.- ¿Qué opinas de la poesía virtual, qué espacio ocupa?
Internet abre mundos y puertas, y como todo, tiene sus riesgos. Hay algunos portales literarios en los que podemos encontrar un nivel altísimo de calidad poética dándose la mano con otros intentos no tan logrados, no obstante, yo digo siempre lo mismo, los que ahora son Grandes, no nacieron sabiendo, por lo tanto lo importante es seguir intentándolo, trabajando y tropezando continuamente. Mi crecimiento personal, poéticamente hablando, se ha gestado (y sigue gestándose) justamente en Internet, compartiendo mis trabajos públicamente (la gran mayoría en este magnífico foro, donde siempre he dicho y lo repetiré hasta la saciedad, se comparte mucho más que poesía) y aceptando la inestimable colaboración de poetas como la copa de un pino, que han tenido la generosidad de ayudarme en mi camino. Internet nos da la oportunidad de leer hasta que se nos quemen los ojos, somos nosotros, en última instancia, quienes escogemos en qué demorarnos y deleitarnos y en qué no.

7.- La poesía es un arma cargada de futuro... ¿Para quién se escribe?
El poeta se dirige a todo aquel que sienta atracción por este tipo de lenguaje. La poética, es, en definitiva y como ya he dicho antes, un medio más de comunicación, y tanto puede ir dirigido hacia uno mismo, hacia la sociedad o hacia el individuo. No podemos olvidar que todos los movimientos sociales se han originado siempre por la voz de alguien denunciando la realidad, y a esa voz se le han ido uniendo otras, y a esas otras, otras más, hasta conseguir mover el curso de las tendencias y cambiar las cosas.
En poesía pasa lo mismo, ¿acaso no existe la poesía grito? ¿la poesía denuncia? Cierto es que, lamentablemente, la poesía, hoy en día, tiene un público muy reducido, y por lo tanto su impacto no puede compararse, por ejemplo, al de la música. Pero no dejan de ser voces, voces clamando y gritando, y yo creo que tienen también su espacio y su peso específico en el ahora y en el futuro.

8.- Poesía eres tú... Háblame de tu forma de escribir.
La sensación empieza en el estómago, aunque pueda parecer mentira, es una sensación muy concreta que he aprendido a diferenciar con el tiempo, cuando se aloja ese nudo en el estómago alerto los sentidos, porque sé que algo se está gestando, y me procuro rápidamente las herramientas básicas (aunque sea una servilleta de bar y el lápiz de labios) para anotarla antes de que se me escape y se pierda. Sobre el papel se deposita el esquema de lo que será un poema, después viene el mimo, el trabajo sobre él, el vestirlo y desvestirlo tantas veces como el poema lo requiera, hasta dar con su voz definitiva. Sólo algunas veces, en aquellos casos a los que yo llamo “voces hondas”, sale un poema que no requiere trabajo posterior, sale tal cual, y él mismo te grita que tal cual quiere quedarse, pero eso se da en poquísimas ocasiones.
En mi poesía, no diré que a veces el Yo poético no surja, porque mentiría, pero la mayor parte de las veces es mi Yo Vivencial el que se está expresando, por lo que no puedo separar mi condición de mujer de lo que escribo.
Y en cuanto a la preferencia por el verso libre, bueno… en mi caso, el verso libre fue, al principio, en mi ignorancia e ingenuidad, la herramienta que me permitía cierta libertad de expresión teniendo en cuenta mis limitaciones, (la gramática poética y yo, teníamos por aquellos entonces serias reyertas). Con el tiempo, y gracias a la generosidad de Poetas que quisieron compartir conmigo sus conocimientos, aprendí (y sigo aprendiendo) el difícil arte de versar en libre, que no es técnica sencilla en absoluto, y que también se rige por sus normas y códigos, que aunque pueda parecer lo contrario, se basan en el rigor más absoluto.
Hoy en día, lo que empezó como una herramienta que parecía la “menos difícil” (craso error), se ha convertido en mi modo de expresión más genuino. No obstante, en mi continuo afán de aprendizaje sigo experimentado, e intentando hacer las paces con la métrica, la acentuación y todo ese complejo y maravilloso mundo de lo poético.

9.- ¿Quieres contarnos algo de tu vida real (quién eres, estudias o trabajas, donde vives, qué haces cuando no escribes) o prefieres el anonimato virtual?
¡Madre mía! La poquita credibilidad que pudiera tener hasta el momento, es aquí, cuando se viene definitivamente abajo, ¡seguro!

Si tuviera que definirme, lo haría diciendo que soy mujer que se deriva, se reinventa, se expande o se contrae, dependiendo del reto al que se enfrente, y que nunca... nunca se agota.

Ando dividida entre mi mar mediterráneo, en el que he crecido (nací en la ciudad de Barcelona y trabajo allí), y mis montañas. Del mar he heredado todo mi submundo, aquel que vierto en muchas de mis composiciones, entre humedades, arena, sirenas y caracolas. Me conozco al dedillo toda la Costa Brava, sus rincones (los accesibles y los que no lo son). Nunca me veréis estirada en la playa tomando el sol, buscadme en el agua, con unas gafas de buceo y un tubo soy capaz de dialogar con caballitos y estrellas de mar durante horas.
De la montaña…, de la montaña he heredado mi afán de Okupa de fin de semana. Sí, ya sé que hay ciertas actividades que uno no suele realizar a los casi 40 (todavía 39), pero es que yo voy al revés del mundo, qué le vamos a hacer. Una de mis grandes pasiones es la de rehabilitar masías abandonadas, prácticamente en ruinas, para evitar que mueran ellas y toda la historia que encierran sus piedras. Eso implica limpiar escombros, rehacer paredes piedra por piedra, replantar jardines, reparar chimeneas o porches y lo que convenga, con la sana intención de que a su hipotético propietario le entren ganas de volver a cuidar de ella. Y mientras eso no sucede, las barbacoas a luna llena y cielo abierto son una auténtica maravilla, como lo es ver una pared que antes estaba desmoronándose, recubierta ahora de un magnífico rosal trepador explotando flores.

A la pregunta de quién soy o a qué me dedico, respondería que soy, principalmente, poeta en proceso de evolución, que dejó olvidada la formalidad en un cajón para empezar a vivir con las hiedras. Otra cosa muy diferente es cómo me gano la vida, que lo hago como secretaria de dirección en una empresa inmobiliaria.

Vivo conmigo misma y con dos maravillosos gatos en una casa de piedra, (de esas en las que las paredes tienen 80 cm de espesor), emplazada en un pueblecito a 45 Km de Barcelona, y escribo en una buhardilla de madera (mi pequeño templo), con amplios ventanales y vistas a la imponente montaña de Montserrat, a la que llaman también Montaña Mágica, y ya os avanzo que aquí, un simple día de lluvia, se convierte en un espectáculo fabuloso. En un entorno así.... ¿quién no encuentra a las musas?

Para acabar de perfilar este lienzo un tanto “loco” sobre mi persona, os diré, a modo de anécdota que soy grafóloga (cuidadín si algún día veo vuestro trazo de puño y letra... jejejejej) y profesora de italiano (empecé mis estudios en Barcelona y los acabé en Italia donde estuve viviendo un año), y os digo que os lo cuento a modo de anécdota porque no ejerzo ni de lo uno ni de lo otro desde hace ya mucho.

10.- En este espacio irá un poema tuyo, éste ¿por qué lo has escogido?
He escogido este poema porque creo que es como una especie de autorretrato, con el que me siento muy identificada.

POLIFONÍA DE MUJER.

Puedes verla aniñada, con mil besos al cinto,
margarita en la melena, guiño de arenisca limpia
que busca corretear los cielos, modestia en la mirada,
algazara por atuendo, zaguán de juegos mozos
y estampillas de colores, como amarres
en la hora de la siesta.

O quizá sea la princesa del espejo,
en el nombre que pronuncias sólo a medias
entre acorde de guitarra y musgo océano,
a la que sonríes primero y le recitas trovas
mientras junio se te escapa sin retoques.

Tal vez, sólo sea espejismo de mujer entera
y le descubras escama-piel entre los dedos,
azul líquido en las manos, sireneando mares sin vigía,
en puertos de nubes rotas, zarcillo al hombro.

A menos que despiertes y la reconozcas,
hechicera indiscutible de otras realidades,
(tan ciertas, tan de siempre)
caricia de soplo interno que se instala en las raíces
y galopa brío abierto hasta el centro de tu alma.

Posiblemente sea mucho más, albas, noches,
un lucero silencioso, el ámbar desgranado.
A lo mejor es ella la durmiente en tu pecho,
la que escribe con los ojos, dueña-madre-hembra,
polifónica derrama de mujer.


9 comentaris:

Anònim ha dit...

Me ha encantado esta entrevista, yo no la conocía. Por cierto, ¿vives contigo misma?.

Walter Portilla ha dit...

Marian, deliciosa entrevista, digna de comentar en cada línea.

Por ejemplo, lo del poema de memoria, cuántos pueden? creo, pocos. Yo no, tal vez alguno de 3 líneas!

Yo no he podido contestar cuando me han preguntado lo que a ti, sobre los autores para no abrir, He contado, sí, sobre los que he leído. Y es cierto que hay malos y hay buenos según cada uno, no creo que sólo sea cuestión de gustos, Los hay de los que no da ganas ni siquiera comentar.
A pesar de que yo siempre digo, como que funjo de editor, que todo libro es un tesoro, ahora recalco: hay tesoros en cubierta y hay tesoros en el fondo.

Sobre la poesía, yo sí pienso que es para uno mismo, es un clamor, un grito quedo, como boomerang, dirigido.
La decimos, es lo importante, que nos interpreten distinto, acertado, no importa, ya hicimos lo correcto.

Mucha similitud en nuestras vidas, en las formas y en las rutinas. Vivo fuera de la ciudad, en el campo,en una casa de adobe, antigua pero restaurada, paredes de 60 cm. En mi ciudad llueve mucho. Mi dedicación sí es diferente, pero también le entro a la restauración de casonas antiguas, de la época de la colonia.
En fin, tu poema te define, como tu entrevista, bellos ambos, placenteros. Regreso para seguirte leyendo, me faltan las dos entradas posteriores. Mi abrazo Marian.

Walter Portilla ha dit...

Olvidaba lo de la grafología, me interesa, Marian. Cómo hago para enviarte un escaneado de mis letras, tal vez me salga entre ligeramente cuerdo y no muy despabilado, el diagnóstico. Otro abrazo.

Mamen Alegre ha dit...

Encantada de conocerte Marian. :)
El poema final es una dulzura, diferente a lo que te suelo leer pero igualmente es fantástico.
Un beso grande grande, niña.

Sarco Lange ha dit...

Y por sobre todo treinta y seis kilómetros de lluvia en que en cada gota va impresa la faz de un mundo nuevo, un mundo descontaminado.

Cuando aparecen
tus figuras
mis fantasmas
se quitan el sombrero.

Marian Raméntol ha dit...

Jajajaja, en el 2005 sí vivía conmigo misma, pero de eso hace ya mucho. La entrevista la recuperé de un archivo antiguo y mira... tenía nostalgia...

Muciks!

Marian Raméntol ha dit...

Walter, ante todo gracias miles por tu implicación en este post, no imaginé que suscitara tanto interés. El lo referente a la grafología, no puedo hacer ninguna evaluación mediante nada que esté escaneado, puesto que la presión del útil sobre el papel también tiene su peso, así como la disposición de los márgenes, necesitaria un original de puño y letra y a ser posible firmado, puesto que en la firma se evaluan aspectos que luego se ratifican mendiante la escritura, ya ves,... estas cosas no son tan fáciles, además hace mucho que no me dedico a esto, conlleva mucho tiempo hacer un examen completo!

Un gran abrazo Walter.
MArian

Marian Raméntol ha dit...

Mamen, gracias una vez más por acudir. Efectivamente el poema no te suena a lo que lees ahora de mi, porque ese poema corresponde al año 2004, a mi primer libro, y por aquellos entonces mi voz se estaba buscando y definiendo, no había encontrado todavía sus tintes actuales.

Mil besazos.
MArian

Marian Raméntol ha dit...

Mi querido Duende, creo que nuestros fantasmas (los de cada uno en ambas partes del globo) se desnudaron hace tanto, que en cuanto aparecemos cualquiera de los dos, huyen acobardados.

Mil besos en Fa.