
Vomitar el corazón sonoro
de manos tibias y noche dura,
remendar la sangre mientras oímos la conjugación
del último pájaro, su vuelo
y la luz que nos pronuncia.
Así quiero ordenarme desde el fondo de mi tiempo,
con las edades de agua, tan cóncavas,
y los hombros ya mayores, de milagros y de llaves.
Ordenarme, digo,
dejar que mis manos mueran
en la última rama del cerezo
escuchar los argumentos de la hierba,
medir el tiempo de los vivos
con esos ojos cenicientos
que sólo miran a cobro revertido la ausencia y la nostalgia.
Dejar que se odien los colores,
que se disputen la autopsia de mis manos,
buscar la locura de Panero junto a la voz subrayada
del papel de embalar, y cubrir los altavoces de mi cuerpo.
Necesito parpadear las distancias otra vez,
llevar trajeada el alma, pestañear a la velocidad del labio,
competir con el sonido del dolor
que se interrumpe tan sólo con el chasquido
de esas malditas cerillas de silencio,
y salir indemne de las curvas
con los brazos retorcidos hacia el último peaje,
ilesa y sin alambres, sumergirme en los fosos sin palabras,
los suicidios, la aglomeración de los azules,
para volver intacta, irremediablemente,
al último asesinato que llevo en la maleta.
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20 comentaris:
Yo te acompaño, Marian, será el día en que los payasos reinventen sus abortos delirantes.
Y en los circos
los hombres lobo
descuerarán vivos
a sus peludos hijos.
Salud, Primavera.
Dejar que se odien los colores
que imàgen...!!!!!
un abrazo
Tu poética es de altura, Marian. Da escalofríos recorrer tus versos.
Felicitaciones
Un beso
Ana
Marian, todo lo que se te pueda ocurrir, todo! sin necesidad de esconderte y de cubrir los altavoces de tu cuerpo. No. Son ellos los que llenan de música nuestro silencio.
"...escuchar los argumentos de la hierba..."
¡Qué hermosura!
Besos grandes.
... y pronto los ídolos regresarán a sus tumbas,
y nuestras heces, al sagrado útero de la tierra.
Tú siempre me acompañas Duende, en todos mis circos, entro siempre contigo al lado.
Mil besos en Fa.
Gracias Georgia!!
un abrazo
M.
Gracias Ana, siempre he dicho que los escalofríos tienen su qué...
Besos!
M.
Gracias Walter, con lectores así uno muere más tranquilo cada día.
Besazos
Marian
Isabel! me alegra verte de nuevo, ya sabes que te acompaño.
Un gran abrazo
Marian
Que así sea.
Todos mis besos, bitxet.
M.
Paso por esta arista, me acerco a tu distancia que sonríe y parpadea.
Besos.
Quiero vivir entre palabras
que den a mi vida
su sentido
quiero exalar los aromas que aqui
en tu blog he sentido.
Me gustas cuando escribes
y me gustas cuando callas!!
acojonate poema (en dialecto bilbaino significa que precioso)
no puedo destacra que imaen o que parrafo me ha gustado mas,,,y que un par de lecturas me digan toda la verdad que esconde etse poema..
oscar alberdi
Ufff! esas cerillas, ese peaje, esas curvas... qué dominio de la imagen Marian!
Poetaza sigue así, imparable, para nuestro disfrute.
¿Te dije que te quiero? pues eso muackkkk
Gracias por esa cercanía Paula.
un abrazo
MArian
A veces son mejores los silencios Marian, muchas gracias por tu compañía.
Un beso
MArian
Oscar, la verdad del poema está en tus ojos, en la mirada que tú aventures por sus versos.
Mil abrazos
Marian
Me lo dijiste pero me encanta que me lo repitas Luisa, deberíamos decírnoslo constantemente..
Besazos
Marian
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