dimecres, 17 de setembre del 2008

CON UN ARMA ENTERRADA EN EL PUPITRE



Antes de que la lágrima desacredite
la redonda cara de los años
y salpique de viruela todos sus funerales
desnudando poco a poco la periferia del silencio,
seguiré clavando noches en mi pared trasera,
con chinchetas de colores,
para que la luz no se encasquille bajo el gesto
de un corazón acostado
sobre la extraña nobleza del invierno.

Sé que la tiza ha perdido sus credenciales,
y que hay moho en el peso de la infancia
que aún llevo en los zapatos,
ya no es capaz de sostenerse sobre el cielo,
ni de dibujar cosechas, ni carros, ni oraciones.

Y más allá continúa el mundo, algo sordo
y más pesado, con un arma enterrada en el pupitre,
majestuosa y de una lujuria sin traducción viable.

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Poemapublicado en este portal en marzo 2009.

4 comentaris:

Giovanni-Collazos ha dit...

Notable poema, Marian.

Me agrada mucho. Me gusta tu poesía, te voy siguiendo en cada lectura.

Gracias por la invitación, por cierto, pronto te envio eso.

Un saludo.

Gio.

Anònim ha dit...

Esos años ya desacreditados, con sus ejércitos de lánguidas viruelas vestidas de negro
insisten en el funeral de la vía láctea (patrona de la lux divina).

Sus clavos azucarados de mil y un colores, que dormitan tras el consumo de opio, sobre el casquillo de una magnum cualquiera.

No dejes de dibujar, con sorderas y con cegueras, y desentierra del pupitre las almas profanadas de todos los pájaros guía.

Un petó!

Marian Raméntol ha dit...

Gracias Gio! en cuanto reciba el material te digo más o menos cuándo podremos publicarlo. Será un placer.

Un gran abrazo.
Marian

Marian Raméntol ha dit...

No podría dejar de dibujar, mis manos se quedarían sin sangre, y no vale la pena vivir la vida sin ella.

Mil besos y más.

Marian