divendres, 23 de maig del 2008

EL PIANO SE PASEA DE NOCHE POR LOS OLVIDOS

Proyecto de Marian Raméntol y Roberto Cantele Cabré

INTRODUCCIÓN

Iniciado en el 2004 y todavía en construcción, se trata de un trabajo basado en la hipertextualidad, en el co-parto de versos con entidad propia, que alcanzan nuevos uni-versos destilando y destilándose unos de otros como en las manos de un alquimista.

Los versos se prestan y se regalan para remodelarse, reinventarse y crear nuevos “hijos poéticos” representantes máximos de dos atlas, dos geografías distintas bajo una sola bóveda poética.

Algunos de ellos aparecen en los epígrafes a modo de homenaje, en otras ocasiones son el mismo título del poema, y en otras forman parte integrante del nuevo “hijo” con voz propia, os presento a dos de ellos:

Poema de Roberto Cantele:


DUELE VERTE TAN DE LLUVIA CUANDO APENAS DOS BESOS ANTES ALGUIEN ESCRIBÍA TU NOMBRE EN UNA SERVILLETA.
(Marian Raméntol)




Sólo a dos segundos de la siguiente parada
es donde el pavor hace que nos peguemos Cristos
en el pecho, Autoconfesiones infracristianas
quién sabe si poderosas
o no
y esos dos segundos sigilosamente siglos
son el instante y son la pausa
para decorar a la nueva reina hija de la espuma.

(Una cigüeña es una paloma
embarazando las pisadas).

Mientras, a media esquina de la próxima farola
y con el pecho lleno de llamas
arrancaste como siempre
apurada a comprar el pan
tuyo de cada hambre
y haces reventar los pétalos
que en el fondo son tu profecía ámbar de corte demencial.

Juraste que estabas bendita
en la trastienda del quiosco de tu vida
aquel donde los abrazos los regalas
con una promoción de dos por uno
y en donde los fetos son tus cupones para
santificar el primer incendio en cada traición tuya.

Duele verte tan de lluvia cuando apenas dos besos antes
alguien escribía tu nombre en una servilleta
duele verte arrodillada debajo de los altares
implorando que alguien te bendiga
que alguien te recoja
aun sabiendo que en el fondo de aquel corazón amordazado
fue tu propio e inmundo raciocinio quien te marcó a fuego
bajo la atónita mirada de un fauno primo del invierno.

Bajo marina, intraterrena mirada hacia
los bosques indecentes de la cordura
duele verte tan de invierno
con una tonelada de eclipses de plástico sobre tus espaldas
Hija, madre, Venus...

Poema de Marian Raméntol

LAS CAMPANAS HAN EMPEZADO A DETONAR UN ROJO AGUDO EN LAS CADERAS DEL VERSO

Es preciso entrar en los cafés
durante las tardes de diciembre
y quedarse sentados unos instantes
bajo los quicios de las puertas
para pensar que somos entrada.
Roberto Cantele


Mi voz tiene problemas fronterizos,
no accederá nunca a esa zona apocalíptica
donde la fe embotellada
es el único gestor de la salud divina,
porque, sorbo a sorbo,
los pezones hechos de calle, fabricados de avenidas,
se nos mueren lentamente
y los ojos se cansan de reptar por escenarios
donde todo lo fumable es de papel.

Y no es por temor a los caminos coléricos
de una página que no sabe de lápices
o a que, alzando un poco las manos,
las melodías dejen caer todo su dolor
desde la punta de la lengua, no,
es que por fin ha comprendido
que la palabra se da bajo los árboles
y no bajo juramento.

Quizá todo se reduzca
a que la línea de sucesión de mis sonidos
se geste en el útero de un universo en ruinas
y cuando la hipérbole entre a puerto
como una centrifugadora, seque tanto los huesos,
que los monstruos dejen de salir en el escáner.

Nadie puede ayudarme ahora,
el sastre del diablo ha muerto,
hasta hoy era él quien cargaba el océano de electricidad
pero ahora las campanas han empezado a detonar
un rojo agudo en las caderas del verso.

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El segundo poema fue publicado en el portal de la Asociación Cultural Myrtos Gramma Al manar, (Agosto 2008).

3 comentaris:

Sarco Lange ha dit...

Esos hijos-hombres y esas hijas-mujeres se ven preciosos y preciosas cuando al verles detenidamente la cara aprecias que de sus colmillos cuelgan espesos hilos de sangre.
Y no es que sean vampiros ni grandes energúmenos.
No es que hayan desayunado seres humanos.
Esos hijos putativos llevan en su andar la hemorragia de todos los pesares de sus padres inflamados.

Marian Raméntol ha dit...

Y tú lo sabes mejor que nadie... gracias Duende por existir, por todo y tanto.

Mil besos en Fa.

Anònim ha dit...

Hay maestrías que se regalan por las arcanas pendientes de unas letras encadenadas.
Trabajo de lento fragüe, y de rápido impacto.
Encaje perfecto.