Tu rostro es una carretera de dirección única
con cunetas tortuosas como el cuerpo
de Marianne Sägebrecht,
haciendo el amor con el volumen de la vida
en una sesión de streptease, sobre los ojos cerrados
de un joven tratando de borrar ese continente yuxtapuesto
que hasta ayer, no figuraba en la cartografía de sus emociones.
Nunca pensó quedar cautivo
en un cuarto oscuro dándole besos franceses
a un globo terráqueo arropado con lencería fina.
Tus manos, zanjas para las caricias,
alambradas eléctricas jugando a cautivar aquellos dedos
que nunca quisieron colaborar en la tortura.
Hoy las huellas están famélicas.
Ayer, desayunaban aromas de otras vidas
y hasta se lavaron los dientes con el agua
del mar inquieto de tus sueños.
Tu alma fue escalada por alpinistas expertos.
La memoria resultó querer hacerle la competencia
al Gran Cañón del Colorado
para disimular la melodía de cada pequeña muerte.
No hubo suficientes vidas,
ni se pusieron en venta los recodos de la noche
para secuestrar la sombra de cada gesto ineficaz.
Labraste con surcos asfixiantemente paralelos
mi parte de la historia.
Lástima que olvidaras el significado
del término tangente.
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El vídeo pertenece a la intervención de José María Pinilla, en la presentación del libro en Monistrol de Montserrat.
4 comentaris:
Poema que nos conduce a la inmensidad del horizonte de los sentimientos.
Excelente poema, Marian. A ver si puedo hacerme con el libro.
Un abrazo!!
Que vi, que lo vi, que estaba allí. Lo vi sobre las dunas peinándose a pesar de las nubes azules. Lo vi a dentelladas queriéndose comer todo a su alrededor.
Hermana, no sabes lo que necesito de tus poesías.
abrz.
Me lo paso pipa contigo :-)
Esos besos.
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