Hoy me he roto una pierna y es verdad,
me duele en su sepulcro.
Chema Prieto
me duele en su sepulcro.
Chema Prieto
Mi mar es un charco en un julio inmóvil,
los ojos de la duda esnifan fracciones
de la réplica del cielo,
y me hablan del doble fondo de la lengua,
del polvo de los días, de la potestad del antebrazo
para ser rama en un segundo,
y del poder de la muerte en los párpados de un niño.
Mi cuerpo es una anémona entusiasta
navegando en un líquido de hedor irreversible,
con pulgas en la sangre que estafan
su peaje por las venas en el largo camino
hacia mi espalda, hacia ese color calavera
que arde en el ahogo
cuando no hay suficiente mar en la faringe,
ni en las manos, ni en los olvidos profundos,
ni en los besos obedientes.
Mi nombre es anterior a mí y suena a perforación
cuando mis labios miran para morir de nuevo.
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13 comentaris:
Todos llevamos encima la marca de un nombre que nos precede. Y no se borra.
Bellísimo poema, lástima que abunde en el aspecto pesimista y negativo de la existencia.
Leyendo en este espacio tuyo, uno llega a tener problemas con el aliento, que en ocasiones se congela y en ocasiones desaparece.
De cualquier modo, una delicia aprender de tu modo de componer.
PAZ
Somos el peso de nuestra existencia.
Y gracias a ello aflora todo el hermetismo que a veces... guardamos.
Un abrazo
¡Maravilloso leerte! Lo leo y lo leo y vuelvo a leerlo... y creo que no quiero parar de leerlo...
"...cuando no hay suficiente mar en la faringe..."
Quizás me has tocado en lo más profundo con este poema... No lo sé... Pero comunicarse así es un privilegio casi divino.
Besos.
Laura
La mano de la existencia se posa sobre el verso mientras el cansancio aliado a la sinrazón perforan nuestro ánimo. Es inevitable el no consumir el lento veneno que nos traen los días. Abrazotes y el deseo de que nuestra calavera no de vueltas en un eterno duermevela
Como siempre es una pasada como escribes. El derroche de imaginación y creatividad que tienes. Un abrazo. milagros
Esa calavera es tan fea que hasta puede llegar a ser una buena compañía, incluso hacer reír. :)
Creo que ya te lo he dicho en alguna otra ocasión: me duelen tus versos.
Besazos, corazona.
Leerte siempre me deja un buen sabor de boca.
Un poema excelente.
Un abrazo.
esta manera de componer, como dice Luis, de la que se aprende, y mucho, sólo se logra hurgando en la última soledad del ser, que es un ahogo.
y no es una lástima (con todo respeto por el comentario) es un privilegio el poder asistir a la recreación del dolor, que aúlla en todos nos, y que muchas veces ocultamos.
Marian, mi abrazo admirado!
Estupendo, Marián, siempre es un gusto leerte.
Abrazos
Hola Marian, es un placer pasear por tu espacio y leerte.
Prometo volver pronto.
Te abrazo
MentesSueltas
ES para leer y leer y leer...
Tus imágenes siempre son excelenes Marian.
Vos podes comunicar el dolor maravillosamente en tus poemas, con o sin mar en la faringe.
Besos
BESTIAL, AMIGA, BESTIAL
ABRAZO
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