dimecres, 19 de novembre del 2008

TODA MI INFANCIA DE LLUVIA RUEDA



Hoy no he barrido la tristeza,
la sangre que comulga con la arena vencida,
no he limpiado el rastrillo de mis ojos,
el deje agrario de mi cuerpo, ni su esparto,
ni la promesa de la madrugada
que me mira desde el hombro,
y que sé equívoca y borracha.

El frío regresado,
más cruel que el blanco de las tumbas,
se me acerca con aliento enmohecido, solo,
y a pesar del deseo primogénito de su boca
por dibujar en su círculo mi infierno,
he conseguido que durmamos en camas separadas
con los labios llenos de ceniza
para censurar el vientre agarrado al infinito.

Toda mi infancia de lluvia rueda,
se mueren los colores nacidos de la pérdida,
cerrados sobre el agua que lava a los muertos
sin esperar que aparezcan gaviotas por la derecha
ni palabras cíclopes que vengan a mecer el balancín
donde a mis sueños les crece la joroba.

Sólo la lágrima redonda encierra
el último beso de la madre ida.

Mi sangre brilla seca en el espejo
como las heces de mi humanidad translúcida.

10 comentaris:

GEORGIA ha dit...

Me dajas una vez mas sin palabras, desgarrador e intenso...te presto mi escoba y un poco de jabòn

te abrazo

Marian Raméntol ha dit...

Gracias Georgia, jejjeje, pero no sirven las escobas, hay manchas que se ríen del jabón...

Un gran abrazo con beso y café.

MArian

Sarco Lange ha dit...

Y con los sueños jorobados se podría inyectar atardeceres proscritos en la vena hexágona de este proceder(a saber: dos manchas de sol en la mejilla de un tercio de pecado).
Así en más: una mujer, una mujer atrás, una mujer atrás de un vidrio empañado.
Aguas/cerezas/fraguas/destrezas.
ZOOLÓGICO MALDITO CON ANIMALES BENDITOS.

Un besote

Marian Raméntol ha dit...

Mi Zoológico particular donde los peces no son lo que parecen, y tú conmigo, detrás de los espejos.

Mil besos en Fa.

M.

Walter Portilla ha dit...

Tú misma me dijiste, Marian, que las penas sí se barren, hasta hacerlad transparentes, se barren. Con un poco de sonrisa y un poco de tiempo, yo estoy botando al tacho las mías, se van casi limpias.

Anònim ha dit...

Me duelen los ojos cuando te recorro por las grietas de tus versos. Un dulce dolor que me araña las ingles.
Tu alumno
Cesc

Marian Raméntol ha dit...

Sí, es cierto que te lo dije... vale cojeré una escoba más grande, te lo prometo.

Un abrazote

MArian

Marian Raméntol ha dit...

Alumno? de eso nada, pero si tú has sido siempre mi mánager literario!!

Todos mis besos
Marian

MarianGardi ha dit...

Bellisimo poema Marian
Que bonito nombre!!

Marian Raméntol ha dit...

Muchas gracias Marian, (parece que me esté contestanto a mí misma, je)

Un abrazo
Marian