Ahora que sé que la palabra nos espía
por caleidoscopios de franela,
ahora, que hasta los niños venden
peces de cartón a los estanques
y las nubes se golpean la cintura en los tejados,
es justo ese momento en que se hace necesario
dedicarse al estraperlo con lo que quede del sol.
Quizá tengamos que sobornar a la página de créditos
para que reserve un par de líneas
a nuestra precaria respiración,
mientras oímos cómo se burlan de nosotros los cormoranes
por trabajar en siniestras oficinas
donde la luz solar es sólo un dato amarillo.
Ya son las cinco y media
y aun tengo que ir a reinventarme
y resucitar tres veces
antes del Martini y las asambleas con los ángeles.
¿Cómo hacer
para que los acentos nos alcancen hasta fin de mes?
Marian Raméntol
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Poema publicado en la revista digital Palabras Diversas, nº 16.
11 comentaris:
Con la palabra amiga poetisa, con la palabra llegaremos hasta el final de todos los tiempos. Abrazos.
Marian amiga:
Ya Justo Poe me dejó secó del habla.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Me alegro de releer este poema, que le cae como un guante a estos tiempos donde todo parece ir pervintiéndose silenciosamente. Te mando un saludo desde mi oficina sinistra sin datos amarillos. Un abrazo.
No tengo recetas, desde estos sarcófagos lo único que ansío es poder moverme un poco más libre.
Talvez ir a amarse a la montaña...
Besos.
Sumergidos en una crisis moral y de principios y rodeados de miserables miserias, hasta los acentos tendremos que administrarlos para que nos lleguen a final de mes.
Ayer te echamos de menos.
Un beso, Marián.
Un gran poema, intenso y reflexivo y la imágen que lo acompaña le hace aún más contundente...
Quizá no alcancen los acentos, pero la palabra? que no falte querida...que no falte
un abrazo
Los acentos me son la caspa de las mismas letras que me odian cuando las despierto.
Por eso que el ansia es viva de tomar el avión de vuelta y pasar nuevamente por Monistrol para esta vez romper los cristales y dejarme caer sobre tu techo, ojalá una mañana de domingo.
Y pausar junto a Cesc la caza indiscriminada de ausencias, resucitar a nuestros seres amados para vivir muchos años más en su tibieza.
Son tus acentos. No nos alcanzan hasta fin de mes. Aunque de momento nos sobran cuando el mes se anuncia (que no es lo mismo que comience)
Una cita, una prisión.
Entonces me pregunto cuándo será el día en que sobre esos acentos nos volvamos a reunir los 4 frente a la misma hoguera que nos vio triunfar.
Porque todo fue muy despacio. Las botas, el viento, la sal y las cervezas.
Todo fue una cacería dentro de las fauces de un león demasiado indómito. Éramos mil seres en la privacidad sarracena de un confesionario a todas luces delirante.
Preferimos obviar la matanza. volvernos "agua" en el fuego, danza incongruente debajo de los espejos comunistas.
Marian, Lady en Fa, pasan las horas, los acentos no hacen más que reír muy hienas delante de los rostros nuestros que se acomplejan cuando detrás de los columpios verdes una jauría de niños juega a decapitar a los jardineros.
Fuimos ceniza, cabalgamos eternos en un desierto puto, nos enlazamos en el cuello alambres de cinco puntas muy inoxidables y dejamos que el tifón entrase libre a una buhardilla milagrosa. Una que apunta majestuosa el cielo libre de tu cuerpo-país.
Extraños acentos, son delfines!!!!
Los tomo, los reuno, los mimo tanto que terminan por darme asco y de la misma forma en que los amo los rocío de gasolina y los dejo morir despacio, tan despacio como mi misma muerte.
RC/SL
Hola!
Permiteme presentarme soy Catherine, administradora de un directorio de blogs, visité tu blog y está genial,
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Exitos con tu blog.
Un beso
Catherine
Apenas vi el titulo del poema,
me acorde de el, claro que no pude
precisar en cual de tus poemarios estab incluido.
Hermosisimo el poema de Sarco Lange.
Un gran beso para ti y para mi amigo Cesc un gran abrazo, o como
ahora lo llamo: el Bod Dylan catalan
Jorge
Un poema fantástico.
Un abrazo.
como siempre, no seré yo la que diga o agregue nada más que:
tenía hambre de estas letras, que queman.
abrazo, Marian.
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