dijous, 9 d’octubre del 2008

Sobre mi: MIS PADRES POÉTICOS

Hay dos Autores que marcaron un antes y un después en mi mirar poético, fueron una autentica revolución en mi modo de aproximarme, hundirme, e impregnarme de otro modo de respirar entre los versos. En esta época no sabría a qué ingrediente poético le otorgaba mayor protagonismo, a la palabra o a la imagen.
Lo ideal hubiera sido el equilibrio entre ambas, esa interrelación armónica que les llevase a situarse en un mismo plano, pero en mi caso no sucedía así.
La palabra en mi poética era, la mayoría de las veces, el mero útil que utilizaban las imágenes para emerger y manifestarse, para conducir la expresión del sentimiento, a veces de manera casi visual, hasta el corazón del poema, allí solían tomarse un pequeño respiro, para continuar con su discurso plástico hasta el final. Mi relación personal con las metáforas era tan estrecha, que no podía concebir mi palabra sin ellas.

A Vicente Huidobro y a Oliverio Girondo les debo mucho, tanto, que los considero mis “padres poéticos” y por ello quiero que estén presentes en esta sección.


VICENTE HUIDOBRO

Huidobro me enseñó que existen las mujeres-verano que caminan hacia atrás, que es posible que las flores crezcan hacia abajo, y que existen violines como puentes curvos entre las almas.



En su manifiesto sobre Poesía, Huidobro nos dice: “Aparte de la significación gramatical del lenguaje, hay otra, una significación mágica, que es la única que nos interesa. Uno es el lenguaje objetivo que sirve para nombrar las cosas del mundo sin sacarlas fuera de su calidad de inventario; el otro rompe esa norma convencional y en él las palabras pierden su representación estricta para adquirir otra más profunda y como rodeada de un aura luminosa que debe elevar al lector del plano habitual y envolverlo en una atmósfera encantada” y es justamente ese concepto el que llevo en mi genética poética.

INVIERNO PARA BEBERLO

El invierno ha llegado al llamado de alguien
Y las miradas emigran hacia los calores conocidos
Esta noche el viento arrastra sus chales de viento
Tejed queridos pájaros míos un techo de cantos sobre las avenidas

Oíd crepitar el arcoiris mojado
Bajo el peso de los pájaros se ha plegado

La amargura teme a las interperies
Pero nos queda un poco de ceniza del ocaso
Golondrinas de mi pecho qué mal hacéis
Sacudiendo siempre ese abanico vegetal

Seducciones de antesala en grado de aguardiente
Alejemos en seguida el coche de las nieves
Bebo lentamente tus miradas de justas calorías

El salón se hincha con el vapor de las bocas
Las miradas congeladas cuelgan de la lámpara
Y hay moscas
Sobre los suspiros petrificados

Los ojos están llenos de un líquido viajero
Y cada ojo tiene un perfume especial
El silencio es una planta que brota al interior
Si el corazón conserva su calefacción igual

Afuera se acerca el coche de las nieves
Trayendo su termómetro de ultratumba
Y me adormezco con el ruido del piano lunar
Cuando se estrujan las nubes y cae la lluvia

Cae
Nieve con gusto a universo
Cae
Nieve que huele a mar

Cae
Nieve perfecta de los violines
Cae
La nieve sobre las mariposas

Cae
Nieve en copos de olores
La nieve en tubo inconsistente

Cae
Nieve a paso de flor
Nieva nieve sobre todos los rincones del tiempo

Simiente de sonido de campanas
Sobre los naufragios más lejanos
Calentad vuestros suspiros en los bolsillos
Que el cielo peina sus nubes antiguas
Siguiendo los gestos de nuestras manos

Lágrimas astrológicas sobre nuestras miserias
Y sobre la cabeza del patriarca guardián del frío
El cielo emblanquece nuestra atmósfera
Entre las palabras heladas a medio camino
Ahora que el patriarca se ha dormido
La nieve se desliza se desliza
se desliza
Desde su barba pulida.

links de interés:
www.vicentehuidobro
www.amediavoz.com
www.cervantesvirtual.com

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OLIVERIO GIRONDO

Su delirio me desarmó, su capacidad para pintar escenas surrealistas y tremendamente reales al mismo tiempo, su fuerza, su golpe mágico, me dejó literalmente fuera de combate. Entró en mi vida con sus Veinte poemas para ser leídos en el tranvía" (1922), y ya no se marchó jamás de la estantería de libros mágicos de mi buhardilla.



EL PURO NO

El No
el no inóvulo
el no nonato
el noo
el no poslodocosmos de impuros ceros noes que noan noan noan
y nooan
y plurimono noan el morbo amorfo noo
no démono
no deo
sin son sin sexo ni órbita
el yerto inóseo noo en unisolo amódulo
sin poros ya sin nódulo
ni yo ni fosa ni hoyo
el macro no ni polvo
el no más nada todo
el puro no
sin no

Links de interés:
www.los-poetas.com
www.poeticas.com.ar
www.cervantesvirtual.com
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Mis pasos por aquel entonces:

LE PREPARAMOS UNA FIESTA POR TODO LO ALTO
A LA MONOTONÍA

¿Aún tienes en guardia la memoria?

El ardor de la caricia es una dama casi bélica,
que alquila habitaciones en los huecos
donde la voz juega a ser uno de los abismos
del Coliseo Romano.

La mirada es un niño torero
que abanica “por delantales” a la luna,
una copla que deletrea sibilina
el contorno de los sueños
a los que les pagamos enterita su hipoteca.

Todavía me duelen las manos
de poner a salvo las cláusulas sin letras.
¿sigue intacto en tu agenda de viaje
el pulso de nuestros roces,
plantándole cara a los ángulos muertos
que terminarían por hacer noche en las esquinas?

¿Tienes en mente los besos certificados
que nos regalábamos urgentes
para que nos reinventaran
en las noches en las que el deseo,
le robaba su fisonomía a cualquier explanada?.

Lástima que entre tanto pacto
sufriera el recuerdo una feroz amnesia,
que entre firma y firma,
le preparamos una fiesta por todo lo alto a la monotonía.

Le quedaron fuerzas
para sacarle un billete de ida
a todos los signos de puntuación,
y entre los dedos naranjas
de un amor que nunca recobraría el tacto del champagne,
jugó al escondite con el tiempo,
hasta que sobre las pausas de tu sombra,
nos olvidó el olvido.

Marián Raméntol (del libro “Hay un área de descanso un poco más debajo de mi vientre” Ediciones Atenas 2006).

1 comentari:

Anònim ha dit...

He estado leyendo algún poema, y me ha sorprendido que entre tanta "experiencia" pasadita ya de vueltas y este realismo psicológico de barra de bar o cocina, o la denuncia panfletaria(la poesía es otra cosa)aparezca un poeta(lo eres, se lee) que escriba bien, que trabaje el imaginario-el imago lezamiano es duro pero fértil, pruebalo- con esos abuelos y padres tan geniales en su esencia, Huidobro es un Sol-dijo mi amigo poeta Aldo en un programa de radio que hicimos... Soy poeta, y me alegro por ti.